CUANDO ACUDIR AL PSICÓLOGO

Muchas veces no es fácil determinar cual es el momento en que debemos tomar la decisión de consultar con un profesional. 

 

Saber concretar ese momento nos puede ayudar a atajar los problemas a tiempo. A continuación encontrarás una serie de puntos que pueden ser indicativos de que debemos buscar ayuda profesional. Ni están todos los que son, ni son todos los que están. Cada persona es un mundo y la psicología es una ciencia, pero no exacta. Ante la duda, recurre a un profesional que se adapte a ti y a tus necesidades:

 

 


  • Te sientes superado o abrumado por uno o varios aspectos de tu vida. No necesariamente deben ser eventos negativos; a veces situaciones felices de nuestras vidas nos pueden hacer sentir de esta manera (la maternidad o paternidad, matrimonio, cambio de trabajo…) Si sientes que no puedes manejarlo solo, quizás debas pedir ayuda.
  • Sufres ansiedad y no eres capaz de manejarla o está afectando a tu día a día. Todos, en un momento u otro de nuestras vidas, nos sentimos estresados o ansiosos y normalmente lo podemos afrontar con más o menos éxito. El problema viene cuando esta situación se cronifica y empieza a afectar a nuestro normal funcionamiento. Ten en cuenta que la ansiedad se puede mostrar de diferentes maneras y una de las principales es a través de los síntomas físicos tales como palpitaciones, trastornos gastrointestinales, dolores musculares, cansancio, problemas de sueño… Un profesional puede ayudarte a manejar la ansiedad, mejorando con ello tu calidad de vida. 
  • Te sientes triste, tus sentimientos se han “aplanado” (te cuesta sentir algo), no tienes ganas de hacer nada o ya no disfrutas de las cosas que disfrutabas antes. Puede ser que sufras una depresión; aunque la tristeza es un sentimiento normal y hasta saludable en determinadas situaciones (la pérdida de un ser querido, una separación, perder el empleo..) cuando es demasiado intensa y nos impide continuar nuestra vida normal pasado un periodo de tiempo razonable, es momento de consultar con un profesional.
  •  Tienes problemas de sueño (te cuesta quedarte dormido, te despiertas muchas veces durante la noche o muy temprano por la mañana o nunca te sientes descansado)
  • Te han diagnosticado una enfermedad (diabetes, cáncer, hipertensión..) y necesitas ayuda para llevar a cabo los cambios que debes hacer en tu estilo de vida y afrontar tu nueva situación.
  •  Quieres mejorar algún aspecto de tu relación de pareja o resolver algún problema concreto.
  •  Tienes conflictos familiares (mala relación con tus hijos, violencia filioparental…) y quieres tratar de resolverlos.
  •  Tu o alguien de tu entorno (tu pareja, tu hijo/a) sufre una adicción, bien a una sustancia (tabaco, alcohol, cannabis, cocaÍna…) bien a un comportamiento (comprar, navegar por Internet, usar el móvil…)
  • Quieres que tus hijos aprendan técnicas de estudio o tienen alguna dificultad de aprendizaje (lectura, escritura, matemáticas…)
  • Te sientes bien, pero querrías asesoramiento para cambiar o mejorar algún aspecto de tu vida (búsqueda o mejora de empleo, relaciones personales, salud…)

 

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